Las últimas semanas he estado un poco liado por culpa del trabajo, de las compras y demás preparativos de Navidad y la lentitud inherente al propio mes de diciembre… La cosa es que no he tenido tiempo de escribir esos artículos prometidos (la historia de la Señora Spreckels tendrá que esperar a enero, me temo), ni de contaros en primera persona que está pasando por aquí.
Con algo de suerte, en enero retomaré mis deberes blogueriles y os contaré alguna que otra cosa curiosa de Londres y los detalles de un par de proyectos nuevos en los que estoy trabajando.
Es bastante probable que en Navidades tenga unos días relajados o sea que ya os felicitaré en su debido momento.