Rompo el silencio.
Estoy de vuelta. He estado demasiado liado con mi vida personal y con mi vida profesional, pero parece que todo va volviendo a su cauce, muy lentamente…
Uno de los motivos de esta ausencia ha sido la planificación de mi boda. Me caso. Por fin. Me parecía que el día nunca llegaba. Mi pequeña y yo nos casamos, porque:
(…)es tan débil y tan inocente! Y sólo tiene cuatro espinas para defenderse contra todo el mundo…»
y también porque:
Eres responsable para siempre de lo que has domesticado.
Acaso hay mejores motivos?
Te quiero, pequeña.