Ciencia, sociedad y modelo de trabajo. Una reflexión.

Me voy a tomar otro respiro del labo (laboratorio). Espero que este sea más corto que el anterior y que en nada esté de nuevo detrás de la poyata, de vuelta a la ciencia. Pero durante este tiempo (tiempo maravilloso y privilegiado, por otra parte, haciendo algo que me encanta), he visto y vivido algunas cosas que han cambiado mi percepción de la ciencia y mis objetivos en ella. Tendré que pensar mucho en mi futuro y quería compartir estas reflexiones.

La ciencia es sacrificada. La ciencia pública me refiero, aquella que llevan a cabo sociedades sin ánimo de lucro o entidades públicas, como por ejemplo universidades. Aquella ciencia en la que el objetivo no es conseguir algo que genere dinero, sino que se entiende que el conocimiento es un bien en sí mismo y que el avance no es monetario sino social. La paga no suele ser muy buena (en ocasiones es directamente ridícula), pero en todo caso es menor a la de la industria privada. Aunque se podría discutir si las empresas privadas hacen «I+D», que creo que hacen más D que I. Cuando hablo de esto con mis colegas, solemos coincidir en una frase: «No estamos en ciencia para hacernos ricos». Creo que eso es lo que mejor lo define. Los biólogos, bioquímicos, físicos, etc que se dedican a la investigación, tienen (tenemos) otro tipo de inquietudes que ponemos por delante del sueldo. Esto no quiere decir que seamos todos unos idealistas, o que seamos mejores personas que los abogados o los ingenieros; simplemente que sacrificamos algo de poder adquisitivo a cambio de sentirnos mejor con lo que hacemos (al final es una decisión personal).

Esta gente, los investigadores, muy frecuentemente trabaja en unas condiciones deplorables, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista profesional, y explicaré a continuación a lo que me refiero.

En lo económico, aparte del sueldo que ya he mencionado antes, las condiciones de un labo cualquiera son precarias. Los instrumentos y el mobiliario que hay en la mayoría de los laboratorios en los que he estado, son viejos. Olvidaros de los labos tipo «CSI». Los reactivos y consumibles que se necesitan para hacer experimentos están limitados y se hacen verdaderos milagros en los pequeños labos para que lo que se hace importe. Creo que en general, en España, no hay suficiente dinero para la ciencia. Esos labos que demuestran su inventiva y ambición por el mero hecho de seguir existiendo, serían capaces de taaaaanto con el apoyo adecuado. ¿Y en otros países? Pues aquí en UK hay de todo, pero en general las instituciones tienen muchísimo más dinero para investigación, y este dinero viene también por la vía privada, no solo la pública (como creo que sucede mayoritariamente en España, pero no quiero entrar en eso ahora mismo). Y eso se refleja en la cantidad de centros que están haciendo investigación rompedora.

La precariedad profesional es, en mi opinión, un problema mucho más grave. Aquí se pueden englobar muchísimas cosas. Hay muchos investigadores que no tienen puestos fijos, sino que sus contratos se van sucediendo en función de las becas o financiaciones que encuentran para sus proyectos. También contribuye a esa precariedad la actitud del gobierno y las políticas que gestionan los fondos, que muchas veces se rigen por las palabras de moda en lugar de hacerlo por una estrategia a largo plazo que trascienda siglas o ideas políticas (porque la política no debería interferir en la ciencia, no?). Y vergonzosa es la situación de los que quieren ser científicos cuando salen de la universidad, que la mayoría se acaban yendo fuera. Pero para mi el motivo principal de esa precariedad laboral es el ambiente de trabajo o el modelo de organización de muchos labos.

Muchos laboratorios se rigen por modelos anticuados de trabajo, donde lo que importa es el número de horas que pases en el labo, no lo que estés haciendo durante esas horas. En muchas instituciones se vive según el modelo de empresa «a la americana», pero radicalizado (y caduco), donde pasar 10 horas al día y trabajar fines de semana es la norma y se considera que no llegarás lejos en tu carrera si no lo haces. Donde si un experimento se extiende hasta las 9 de la noche, «es la ciencia» pero si entras a currar un poco mas tarde «no estás demostrando motivación». Es ese modelo que siguen muchas empresas españolas en que se prima al incompetente que necesita esas horas extras para acabar su tarea, pero que castiga a la gente que acaba la misma cantidad de trabajo a las 4 y tiene que esperar hasta una hora razonable para irse, que pasa navegando por tuenti o jugando a la granja de facebook, en vez de irse a casa a estar con sus hijos/parejas/mascotas. Es, desgraciadamente, ese ambiente de trabajo que prima a la gente sin vida, esa misma gente que al no tener nada más que su trabajo, son los que causan estrés, problemas, roces y para los cuales todo es personal.

Y digo que ese modelo de «empresa americana» es caduco porque hasta los propios americanos se han dado cuenta de que lo realmente importante es la productividad, no el número de horas. Y que los mejores empleados son los que están deseando irse a casa, porque esos serán más felices e intentarán hacer su trabajo bien para no tener que quedarse. También suelen ser los que mejor se gestionan el tiempo.

Para mi lo decepcionante del todo es lo que está detrás del escenario. Hay una gran distancia entre la percepción de la ciencia y lo que se ve «desde dentro». Las veces que investigadores publican auténtica bazofia solo por ser los primeros en publicar sobre un tema. La política que hay detrás del tema de las publicaciones y las revisiones es simplemente vergonzoso, rozando la corrupción. He visto a investigadores principales dar revisiones negativas a artículos de grupos rivales, cuando el trabajo era bueno. Les he visto defender ideas sin evidencia científica alguna, solo porque era lo que alguien políticamente cercano había postulado. He visto a jefes rechazar el trabajo de sus propios investigadores, aun respaldado por pruebas, pero que iba en contra de la «postura de la casa». No me esperaba ver estas cosas en el mundo científico.

Creo que todo el modelo de «Peer-review» (o Revisión por pares) por el que se rigen las publicaciones científicas (y el propio método científico) está roto por la necesidad de «medir» de algún modo la productividad de los grupos científicos. Como postuló Goodhart: una vez que mides algo, esa medición pierde información. En este caso, el uso de índices de impacto o relevancia está obsoleto porque el objetivo de la mayoría de los grupos ya no es producir buenos artículos, sino tener un índice de impacto elevado, lo que a su vez les facilitará conseguir fondos para seguir investigando, etc.

Creo que el futuro de la ciencia pasa por compartir abiertamente toda la información que se genera, no sólo la positiva, la conveniente o la que nos abra más puertas. Y creo que internet jugará un papel importante en esa revolución, permitiendo a toda la comunidad científica en su totalidad ser juez de los hallazgos que presentan otros grupos, y no una selecta oligarquía como hasta ahora. Para que eso pase, sin embargo, los gobiernos tienen que dar más dinero para la ciencia y lo tienen que hacer de forma abierta y con cabeza, no con el actual modelo de «concurso de popularidad»; tendríamos que priorizar los proyectos y las colaboraciones a nivel mundial. Cuando se compartan también los fracasos de las investigaciones, se ahorrará muchísimo dinero que se evapora en fracasos repetidos que se mantienen en secreto. Lamentablemente, no veo esta revolución demasiado cerca.

Y por todo lo anterior, yo necesito tomarme un respiro. Necesito descansar y replantearme mi futuro; decidir si quiero formar parte de eso que llamamos ciencia o si me veo con las fuerzas de intentar cambiarlo. Intentaré elegir mi próximo trabajo con el máximo escrutinio, porque sé que ahí fuera debe haber sitios donde se hagan bien las cosas.

Y entretanto, me encantaría oír opiniones de otros, científicos o no. Porque no quiero dejar de creer en la ciencia.

Miedo

Bueno, quizá este no sea éste el estreno más brillante posible como reportero de reven.org, pero bueno, se hace lo que se puede.

La verdad es que no me gusta mucho hablar de política, ya que ninguna de las opciones políticas representa «a pies juntilla» a nadie con espíritu crítico. El hecho de no «casarte» con ninguna opción política y criticar su labor muchas veces lleva a que los de un color te tachen de ser del contrario y viceversa (siempre errando en el intento de catalogarte).
Estos días he estado leyendo algunos libros de historia de la Guerra Civil (principalmente de Gibson y Thomas), también he leído la bitácora de un Abertzale de izquierdas en barrapunto (y alguno de sus comentarios), que me han refrescado que ya han habido algunos generales que han hablado de sacar los tanques a la calle ya que habían jurado defender la Constitución.

Trascribo textualmente algunas «perlas» de gente con formación y supuestamente con cultura (que son cosas bien distintas), y digo supuestamente porque comentarios así me hacen plantearme por qué pierdo el tiempo en estos foros:
«La única posibilidad de secesión para Pais Vasco y Cataluña es lograr una Guerra Civil, en la que una izquierda radical y antiespañola saliese vencedora , y anulase la democracia en España.» «Y en ese caso, en caso de que los nacionalismos trataran de obtener por la fuerza sus revindicaciones, por supuesto que habría tambores, pero no tricorniales, sino de la Infantería de Marina y de la Legión, porque la sociedad española no tiene por qué rendirse al chantaje terrorista o militar de nadie.»

Me imagino que habrá comentarios similares por el otro «bando» (¿qué harían los nacionalistas radicales si no se aceptase un referendum?).
¿Qué decir, hacer o pensar ante semejante barbarie? Esta situación recuerda mucho a la Segunda República, y todos sabemso lo que vino después. Siempre pensé que el pueblo español aprendió bien la lección de lo cara que cuesta la guerra y más la civil, pero parece que nuestros militares siguen dispuestos a ella y que parte del pueblo lo apoya fomenta e iría a la guerra por esos «ideales».
El MIEDO viene porque parece que sigue habiendo dos españas (por lo menos), igual de manipuladas que hace 70 años, discutiendo por problemas similares (matrimonios gays, estatutos, etc.). ¿Estamos en el mismo punto que hace 70 años? ¿tan poco hemos avanzado? ¿Acaso, olvidamos todas las lecciones de una guerra de 1000 días y 40 años de dictadura?

Esperemos que la OTAN, la UE (ni Francia ni Gran Bretaña ni la otrora poderosa URSS de Lenin quisieron «mojarse» más de lo debido hace 70 años, y tenían muchos intereses económicos en España, el «fantasma» de una guerra mundial volvía a planear sobre Europa y la intervención directa era sinónimo de guerra mundial, las cosas parecen haber cambiado, pero no tenemso petróleo, ni gas, ni muchas minas como para suscitar la codicia de una intervención temprana, ¿nos dejarían matarnos en carnicería antes de mover un dedo? las reconstrucciones son muy lucrativas, ya se sabe), y San Pantaleón nos protejan, que la gran mayoría queremos tan sólo un trabajo para una vida digna y sacar nuestras familias adelante, en el país que sea, se llame como se llame y lo componga quien lo componga.

Como dice un buen amigo: los perros mean en las esquinas y nosotros pintamos líneas sobre papeles para marcar el territorio, obviando problemas más acucaintes, como la sequía, la desindustrialización, la precariedad de los jóvenes, la especulación inmobiliaria, etc que evidentemente no sabemos o no queremos (por lo lucrativo) arreglar. Lamentablemente, en este país los votantes de uno y otro color son fieles, no cuestionan, no piensan, no practican la autocrítica (única forma de mejorar), simplemente acatan.

Quizá es el momento de crear una alternativa, de mostrar que el pueblo piensa y que no le gusta lo que pasa.

Clase política inepta, corrupta y demagoga responsabilícense de las consecuencias de sus actos, que en ello está nuestro bienestar. Ahora, como siempre, acerca del pueblo español (o de España, o de las españas, o de los reinos del estado español, a cada uno como le plugiere): «¡Dios, que buen vassalo! ¡Si oviesse buen señor!»

Mi primer ‘nastygram’

[El título alternativo a esta entrada era «A Ital no le hace gracia», pero soy un narcisista…]

Hoy he vuelto de una mini escapada de dos días y entre los mensajes que me estaban esperando había dos de Alfredo Blasco, que los firma en nombre de Digital Cameras SL. Al parecer, mi opinión sobre la cámara digital «3Mpx SY290 ITAL» que dejé patente en la entrada Diversión en infrarrojos, no ha sentado demasiado bien al señor Blasco. En sus mails (enviados a través del formulario de la página de contacto), el Sr. Blasco me insta en reiteradas ocasiones que corrija o modifique el contenido de mi página para ajustarse a lo que él considera más cierto u oportuno, lo que se define generalmente como «nastygram» en inglés.

Antes de comentar los mails del Sr. Blasco, me váis a permitir que me regocije durante un momento. ¡Mi primer nastygram! Es increíble. No eres nadie en la blogosfera hasta que no cabreas a alguien. Vamos por partes…
Continuar leyendo «Mi primer ‘nastygram’»

20 tongos

Los más avispados os habréis fijado que he quitado el bloque lateral que hacía alusión a los premios del diario gratuito 20 Minutos. Los motivos de esta decisión son:

  1. Que sois unos capullos malos amigos que nunca me votan.
  2. Que me parece que este concurso dura para siempre…
  3. …y mientras el diario 20 Minutos se nutre de los miles y miles de links que apuntan a el, gracias a…
  4. …los banners que «recuerdan» a tus lectores que tienen que votarte.
  5. Las votaciones no se corresponden, emho, con la realidad de los blogs más leídos o que merecen estar primeros en sus respectivas categorías, sino más bien…
  6. …hay algo de chanchullo y actividad viral en las votaciones, e incluso…
  7. …algunos blogs han ofrecido premios a la gente que les vote en el caso de ganar.
  8. La actitud de 20 minutos respecto a los blogs me parece un quiero y no puedo.
  9. Porque yo lo valgo…

En fin, votadme si queréis, pero paso un poquillo ya de todo esto. No se puede competir con «mafias» de votos ni con iPod’s de regalos. Además, no acabo de entender cómo la cantidad de votos a lo largo de un periodo tan largo puede ser representativo de la calidad (o mérito) de un blog. Lo único que puede medir objetivamente es la cantidad de amigos aburridos (y amigos aburridos de amigos aburridos, y …) dispuestos a votar cada día a nuestra/s página/s y forzando un poco la relación, quizás podríamos medir también su paciencia…

Circo

Ya sé que siempre me quejo de que la gente no está al tanto de lo que ocurre en el mundo mientras haya fútbol en la tele. Esta estrategia ya la practicaban los romanos (los antiguos, no los de ahora), que preferían tener a los ciudadanos a los que representaban «felices» (es decir, idiotizados).

Sin embargo, nada es malo en sí mismo; lo peligroso son los excesos. Un poco de circo de vez en cuando no viene mal.

El sábado hubo circo para aburrir. Hacía años que no veía tanto circo y tan bueno. Podrían haber asesinado al César el sábado, que yo no me hubiera enterado. Si fuese Zapatero, el sábado hubiese subido los impuestos.

La carita de Beckham al sacar del medio campo después del 2-0… Eso anima a cualquiera (!). Si sólo tuviesemos pan…

Están locos estos romanos

Lo fácil hubiera sido titular esta entrada «Miércoles, pero jueves». Je, je. Pero hoy hay otras cosas que me inquietan.

Una de ellas es lo mal que hablan algunos sectores latinoamericanos: Hace poco una presentadora de informativos se refería al hormigón con el cuanto menos curioso término de «concreto» (traducción literal del término anglosajón «concrete»). A mi personal entender, su problema es que viven demasiado cerca del imperio.

Durante estos últimos días, nosotros hemos vivido también (demasiado) cerca del imperio. Y lo que te rondaré morena. Y no me gusta lo que he visto. Sin embargo hace pocos días se firmó la constitución europea y ni ecos… Alguien cree que en Oklahoma (topicazo al canto) hicieron un especial informativo sobre la firma de la constitución europea? «Qué extraño» -se hubiera dicho nuestro granjero,- «la república de Espain está en europa?» (topicazo de ida y vuelta).

Algunos justifican el alarde informativo diciendo que no se elije al presidente del imperio, sino al de todo el mundo. Chorradas. Somos más y somos más listos. Hasta cuando vamos a seguir bailando el agua al emperador. Despertad!

En fin, no valoro el resultado. Hoy en el super la leche seguía costando 77 céntimos y a mí me aún no me han subido el IPC que le corresponde a mi sueldo desde enero. Ya ni nos dan pan; nos conformamos con el circo…

No seáis idiotas…