Esta entrada la estoy escribiendo desde mi casa. Por fin. Pero aún no tengo conexión a internet y mi servidor sigue hospedado en casa de Amor y Pedro. Estoy escribiendo esta entrada en mi blog gracias a la inestimable ayuda de la familia Gil, que ha tenido la bondad de dejar su conexión inalámbrica sin contraseña.
No voy a abusar de esta hospitalidad: no voy a poner el e-mule a descargar como loco ni voy a aprovechar para ver vídeos chorras de yonkis.com. Porqué? Por que entonces la familia Gil se dará cuenta de que su conexión a internet no chuta, llamarán al servicio técnico y alquien les configurará su router Wi-Fi para que no permita accesos anónimos.
La disponibilidad de conexiones gratuitas es un bien para todos, pero deben utilizarse de forma responsable, no?