Una de las cosas que más me cuesta explicar a alguien que siempre ha vivido en el mismo lugar, es la sensación de no pertenecer a ningún sitio. Es una especie de ansiedad, de no estar a gusto, de que falta algo… Yo lo llamo «síndrome del viajero eterno», porque una vez que picas ya no hay vuelta atrás, y me he cruzado con muy pocas personas que sepan a qué me refiero. Los expertos lo llaman «choque cultural reverso» (y tiene un cuadro de síntomas médicos que os ahorro).
En su forma más sencilla, sería algo tal que así: al irte de una ciudad, tu memoria de esa ciudad se fija en ese momento y permanece inalterada para siempre. En nuestro nuevo hogar, siempre echaremos de menos esa ciudad e incluso idealizamos ese recuerdo. La realización de que uno sufre el síndrome se produce al volver y es por eso que esta enfermedad es tan cruel; es entonces cuando nos damos cuenta que ese lugar idealizado en nuestra memoria ha seguido evolucionando sin nosotros y que ya no tenemos esa familiaridad que recordamos. El efecto es más fuerte cuanto más distintas sean las culturas entre sí y cuanto más tiempo haya pasado (por norma general).
Y así entras para siempre en una dinámica en la que nada es casa. Quieres vivir en una ciudad collage de recuerdos, experiencias y personas. Una mezcla de estilos, arquitecturas, gastronomías… Una ciudad mezcla de los recuerdos de todas las ciudades que has amado. Pero esa ciudad no existe. 🙁
Y el que no ha viajado más que de vacaciones no lo entiende. Y te dirá «No es para tanto». Y para él (o ella) casa siempre será un lugar concreto. Generalmente se entiende que tienes que vivir en otro lugar al menos un año para notar los efectos.
Hace poco leí un artículo en inglés cuyo título podríamos traducir por «Volver a casa tras vivir fuera» y que lo explicaba de maravilla. Una de las cosas que decía la autora, Corey Heller, es que tiene esa sensación de querer volver todo el rato, pero cuando vuelve en realidad está deseando irse de nuevo. Esto es algo que he sentido muchas veces, pero no había acabado de entender a qué se debía.
También explica que conocer otras culturas te cambia para siempre, y que a pesar de no encontrarte «en casa» en ningún sitio, es un sacrificio que se volvería a hacer dada la oportunidad.
Coincido con ella en que lo que pierdes en familiaridad de tu ciudad, lo ganas en familiaridad internacional; te conviertes en un animal de aeropuertos, y los check-ins y los controles de seguridad se convierten en algo trivial. Te conviertes en una persona más observadora y te resulta más fácil coger los principios básicos de la cultura en la que te encuentras y adaptarte a ellos.
Concluye que al final, uno debe dejar de preguntarse si se sentirá en casa algún día (o mejor dicho, en algún sitio) e intentar averiguar qué nos hace falta para sentirnos en casa ahora, donde estemos en este preciso momento.
Y los que sois un poco nómadas sabréis que al final hay esas pocas cosas, o esas pocas personas que serán «casa» para nosotros allá donde vayamos. Y algunos tendrán la suerte de que esas personas les acompañen y casa será cualquier lugar.
Pues a mi me pasa a veces lo contrario, cuando vuelvo a mi ciudad natal me da la impresion de que las cosas se han quedado bastante congeladas, yo he cambiado mucho y la ciudad no, y ya son mas de 4 anios dando vueltas por ahi.
Lo que dices tambien me pasa, pero de otra manera, echas muchas cosas de menos, pero las que echas «de mas» tiendes a olvidarlas, asi que cuando vuelves las tienes todas.
Interesante sindrome en cualquier caso.
Concuerdo totalmente. En los últimos 7 años he vivido en 3 países diferentes, dentro de los cuales en 7 ciudades/pueblos. Y también se produce otro «efecto», que es en la gente de los lugares, y es que siempre serás el extranjero. En Argentina, soy el gallego. En España, soy el argentino. En Francia soy el español o el argentino según a quién le preguntes.
Yo he vivido fuera de España y dentro de España también en varias ciudades.
Lo de ser extranjero pasa hasta en el pueblo de al lado. Supongo que tiene mucho que ver el hecho de que la condición de extranjero es temporal. Teniendo la certeza de que el lugar en el que estás es el definitivo creo que se puede llegar a echar raices.
Por mi parte considero mi casa el lugar donde guardo los comics, la casa de mis padres es para los libros del bachillerato. 🙂
Un saludo muy fuerte a todos los spaniards que se han pasado por aquí a leer el artículo.
Yo también soy parte de tu tribu… Además de sufrir el síndrome, también me está pasando que esta vida que llevamos me empieza a parecer la standard, y que los raros son ellos, «los que se quedan en casa toda la vida»… Supongo que será el estar rodeado de viajeros todo el día, acabas por formar parte de un mini Mundo apartado de «los otros»…
¿O quizá no sea tan mini?…
En cualquier caso, muy buen texto, es difícil definir ese sentimiento, el de estar en casa en todas partes.
Un saludo desde Australia 🙂
A mí también me pasa… Llevo ya 7 años aquí (y es el 4º país en el que vivo), echando pestes… Pero cuando vuelvo a casa «por Navidad» no puedo quedarme más de 10 días sin acabar subida por las paredes. Y luego llego y necesito otra semana de readaptación. Curioso, no?
Ahora además, con los 3 niños no tengo mucha movilidad y voy menos (por ejemplo llevo desde Navidades sin pisar Madrid, lo que para mí es mucho mucho tiempo sin ir) y noto que me voy alemanizando por momentos. Cuando viajaba más a España estaba más «defensiva»…
he vivido en 4 ciudades durante mi vida por largos periodos de tiempo. y no me siento de ninguna, ni tan siquiera noto un gran arraigo a España que es donde nací y donde he pasado ams tiempo. Entiendo perfectamente la situacion.
en mi caso la sensacion es algo asi como que mi casa esta donde esté en el momento, porque siempre hay algo increible en cada sitio en el que vives, solo tienes que esforzarte por encontrarlo. y te da posibilidades gigantescas de conocer gente nueva y crecer como persona.
Besos a todos los trotamundos!!!
Como ha cambiado todo desde que escribí esto y qué cerca me siento ahora de España, con la que está cayendo. Igual esto os interesa: http://www.reven.org/2011/05/20/una-revolucion/
Me alegro de haber contagiado a mis hijos e hijas de este síndrome y de que su enfermedad sea más grave que la mía.
La sensación de no tener casa y un nido donde el viajero puede aposentar sus alas también puede ser peligrosa, es necesario viajar y vivir, pero más importante es interiorizar lo viajado y vivido.
De lo contrario las emociones junto con la información sin interiorizar nos creará un globo extraño en el cerebro.
¡Qué bien conozco esas sensación de no pertenecer a ningún sitio!
Buscando información sobre los eternos viajeros, esas personas que conozco que no logran echar raices en ningún sitio y que parecen estar siempre buscando algo por el mundo, he ido a parar a tu página. Muy interesante lo que escribes.
No me siento de ningún pais.
Y eso que yo apenas he podido viajar, ni he vivido fuera. Y sin embargo en cada lugar que visito siento que podría instalarme sin muchos problemas. Vivo en esta ciudad por que la vida me soltó aquí, cuando naci, pero no siento ningún apego, ni emoción ninguna al volver cuando viajo. Ni orgullo, ni asco ni nada.
Indiferencia absoluta.
Muchas veces es angustioso.
Llego a sentir envidia de las personas que están orgullosas de su patria, que explican sus costumbres, que hablan de su cultura, que cocinan recetas de su tierra y eso les llena de energia.
Sueño con encontrar un lugar en el que pueda por fin echar raices, en dónde me sienta «adoptada», en armonia y feliz con lo que me rodea.
Siento nostalgia desde que puedo recordar, de un lugar que no conozco y es tan molesto que he intentado incluso buscar explicaciones psicologicas y emocionales de mi desarraigo. Y he encontrado algunas…Pero eso mejor lo dejamos para otro dia.
Un saludo y gracias por la publicación.
Has dado en el clavo! Me he sentido identificada con cada una de las frases que has escrito y, como tú bien dices, es una sensación que pocos pueden entender (o al menos no lo comparten). Desde el 2007 he estado viviendo en diferentes lugares, entre ellos China. Hace poco, decidí volver a España y no hay palabras que mejor describan la situación que las que tú has plasmado en este post! Nosotros cambiamos, pero también la relación que tenemos con nuestro entorno, el recuerdo de lo que fue ya nunca será real. Acaso una vez que sales, ya no puedes parar? Esta vida no es ni mejor ni peor, simplemente diferente.
He vivido 3 veces en el extranjero, 2 de ellas en Europa y otra en Asia, y he visitado cerca de 20 países, y estoy en fase aguda de este síndrome. Siempre he intentado describir este sentimiento, pero nadie lo entendía, gracias por plasmarlo tan bien.
Hay una cura para él, ser rico y poder viajar siempre que quieras. Ahora me hallo pensando en la manera de reunir fondos para costear ese tratamiento 😛
Que alegria encontrarme con este blog!!!! pense por momentos que era el único loco en esta tierra con este tipo de sindrome martillandome la cabeza pensando si estaré de verdad loco o no.
Ya veo que no, y que os pasa a muchos de vosotros. Yo llevo 3 años fuera de mi ciudad, pero unos 5 en total haciendo cosas por otros paises. Ahora vivo en España, en otra ciudad, y siempre estoy pensando en la mia, donde me crié y tengo mi familia pero resulta que cuando voy..no aguanto más de 2 semanas alli, vuelvo a sentir esas ganas de salir de alli, de volver a mi camino. Me aterra la idea de volver a rehacer una vida alli, pero sin embargo no puedo parar de pensar en ella.
Que hago?? algún consejo? Me siento feliz estando en otra ciudad, aventurando, conociendo nuevas cosas,..mi vida tiene un sentido!
En la ciudad en la que ahora me encuentro me gusta y llevo 3 años pero ya me está empezando a agobiar y no es el sitio donde quisiera criar a mis hijos o establecer una vida. Por otro lado tampoco quiero volver a la mia. Deberia seguir buscando?? tengo una edad y sé que algún dia tengo que pararme en un sitio.
Que alivio al encontrar más gente como yo con este tipo de «sindrome» que pocos entienden.
Un abrazo amigos!
Que Dios os bendiga mucho
hablando de volver al origen… para mi, buena parte de las ciudades, la hacen las personas, y si esas personas también estan en movimiento continuo, cada vez q vuelves a una ciudad, ésta es distinta.
Lo divertido son los estimulos de q todo lo nuevo, lo intenso es q sabes q puede q no vuelvas a vivir alli y q eso te hace aprovechar mas el tiempo, el aliciente es ser tu lo exotico en un pais exotico para ti.
Como dice Sabina: al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver… http://www.youtube.com/watch?v=icxWxBYUnqU
Repetir ciudad es mucho menos emocionante, pero cuando tienes un nudo en el estomago q no te deja disfrutar de las novedades como antes, volver al origen es como recibir un abrazo
Simplemente, demasiadas pegas para el arraigo nacen con el tiempo.
No hay ningún lugar que asombre durante una vida, por muy fantástico que parezca al inicio. La enfermedad es el inconformismo, y la falta de conexión total con el entorno.
Realmente, de este articulo, yo personalmente saco una conclusión, que se nombra de pasada. El hogar, no es material sino mental-sentimental. Aquellos que no paran, no hacen más que buscar su hogar, sin fruto, y puede que este, no sea un lugar, sino más probablemente una persona, o una razón.
Creo que es un sindrome parecido al de la novia, que sería tu casa.
Cuando has estado mucho tiempo con alguien y se acaba, te acuerdas de lo bueno. Lo idealizas y lo echas de menos. Te planteas si las segundas partes serán buenas, y si lo intentas, te sigue faltando algo. Porque tu cabeza manipula todo.
yo soy un nómada y cada 5 o 6 meses me aburro de un sitio, de una ciudad, es innato
Jajajajaja… 😀 Qué bueno, Julen! El síndrome de la novia. Ese sí que no lo había oído. Me sorprende la cantidad de gente que se siente identificada (al menos en parte) con esta entrada. Gracias a todos los nómadas que se han tomado el tiempo de contestar.
Llevo en la mochila periodos de mas de 6 meses en 6 paises, 7 empresas y cientos de personas a las que he tenido que despedir y alejar, de un modo u otro, de mi vida…
Ahora, quizas me encuentre en la ciudad de la Tierra con mas energia y diversion (Shanghai), pero con la mayor tasa de temporalidad del mundo (casi nadie aguanta mas de 2-3 agnos).
Una cosa os digo, llega un momento en el que, por fuerza, tienes que tener una fortaleza mental impresionante e ilusion constantes, o todo se vuelve vacio.
El desarrollo profesional, el descubrir, el conocer el mundo.. Todo esto puede ser MARAVILLOSO, y fuente de mil satisfacciones, pero CUIDADO! La psicologia cognitiva nos dice que hay que apoyarse en varios pilares. Nutrios de todos, y no dejeis que el curso de lo que os suceda os haga caer en este peligroso sindrome!
Si administramos bien nuestras emociones, y no «terribilizamos», las posibilidades de exito (profesional y personal) se multiplican!
Os deseo suerte a todos los trotamundos, que como yo, exprimen la vida al maximo. Os deseo el equilibrio, que no la felicidad, como paso previo a conseguirla..
Otros se sienten mal por haber dejado las ciudades que conocieron, y hasta culpables por no haber podido permanecer en ese sitio durante mas tiempo porque sus destino los trajo de vuelta. Al fin y al cabo lo facil esta en casa y siempre tiene mas merito sobrevivir en un medio distinto del habitual. The greater difficulty, the more glory in surmounting it
me siento totalmente identificada y orgullosa de ser una ciudadana del mundo, que ha vivido y vive experiencias intensas. la vida es breve para que se reduzca a un espacio, un momento e incluso una persona!
Me siento completamente identificada. Llevo más de 7 años fuera y tengo completamente idealizada mi vida en España antes de venirme, y me he llevado ya muchas decepciones porque mis amigas han «rehecho» su vida y, digamos, ya no cuentan conmigo para muchas cosas. Se hubiesen acostumbrado a vivir sin mi, pero yo lo siento como si ya no me necesitasen, mientras que yo sigo necesitándolas a ellas (o eso creo).
Aún tengo que saber si lo de volver al país de origen y solo pensar que quieres volver al país de acogida, aún tengo que comprobarlo, pero espero que no sea así, porque no hay nada que me ate al lugar en el que estoy, además de mi pareja.
Un gran artículo. Me lo guardo como recuerdo para aquellos momentos en los que sienta el síndrome del viajero eterno.
wow !! lei esto y capte totalmente todo lo que escribes estuve viviendo por 2 años en 5 paises diferentes porque me encontraba en una maestria en donde uno rotaba de pais, por lo que tuve la oportunidad de vivir en cada pais y conocer un poco de su cultrua y su gente. Luego llegue a mi país y me es muy díficil adaptarme como tu lo mencionas todo cambia y es diferente a como tu lo dejaste y tus expectativas de como iba a ser cuando regreses… me encanto el articulo y estoy muy interesada en saber mas sobre la psicologia y el cambio q esto produce en tu mente y en tu personalidad. …
Totalmente identificado.
Yo estuve en total 7 años fuera de mi ciudad, con innumerables viajes de exploración intercalados.
La mayoría del tiempo viví en Hungría, y allí escribí este blog que aquí enlazo, donde respiraba el síndrome que tú describes.
Mis amigos y ex novias están en Costa Rica, Roma, Miami, Surinam, Brasil, Ghana, las Canarias, Moscú…
Ya no tenemos casa, pero mis amigos son mi casa.
Totalmente identificado.
MUCHAS MUCHAS GRACIAS
Me ha encantado el artículo y ya está compartido. Yo le añadiría al título «que daño ha hecho la Erasmus» jejeje. Mucho de nosotros empezamos así y ahora no podemos parar. Desde 2004 que me fui por primera vez hasta ahora que vivo en sudamérica, han pasado muchos años y unas cuantas ciudades y países. Con frecuentes vueltas a España…y nunca volvió a ser los mismo.
Alguien comentaba en uno de los post que cuando tu te vas, congelas la relación con tu amigos y cuando vuelves ellos han rehecho sus vidas, ya no cuentan contigo pero tu les sigues necesitando (o eso crees). Quizá el peor sentimiento de la vuelta a «casa»…
Es bueno poder compartir estas sensaciones con los demás y sentirte entendido. Pero muchas veces te preguntas ¿y ahora qué? Pregunta a la que aún no encuentro respuesta :-/
Un saludo
Espero por el dia cuando yo puedo viajar cerca del mundo. Gracias por compartiendo esa experiencia conmigo.
Gracias por compartir esto. Soy consciente plenamente de esa sensación. He pasado mi vida inconforme del sitio actual, nostálgica del anterior, e ilusionada del futuro. Pensaba que solo me sucedía a mi, esta bien saber que no soy la única.
Excelente blog!… agendado 🙂
Soy uno de esos!!!! ese sindrome es magnífico. Pero viajando con una idea vaga de a donde ir (casi siempre de enlaces de un trabajo temporal a otro), y dejarme llevar por el simple gusto de explorar, con limitacion económica es simplemente fantástico; así he recorrido 16 países. Alguien una vez me dijo algo que no le preste mucha atencion en 2005: «sigue viajando, y encontraras un lugar que te toque el corazón y te querrás qedar». En 2009 viajando por el sur del continente americano, encontré eso en un lugar y he ansiado volver. No he tenido la chance, pero viajando por otros trabajos, encontré un segundo lugar así en 2011. Y ahora en 2012 he vuelto allí y sí que me quiero quedar por un buen tiempo!!!! He sentido que algo de mí se quedó aquí y lo he vuelto a encontrar!!!! NO HE SENTIDO JAMAS ESTO AL VOLVER A VISITAR AL LUGAR DONDE CRECI!!!!!!!!!!!!
No he podido evitar sentirme completamente identificado con lo que escribes. Llevo viviendo fuera de Bogotá hace como 11 años y he vivido en varias ciudades de Europa. Vivo en Barcelona y, aunque la considero como mi ciudad, no dejo de evitar sentirme que «me falta algo» (como todos los que hemos leído el blog y hemos dicho «cuánta verdad»).
Lo de ciudadano del mundo pensaba que era mi «copyright» pero creo que está más que usado por los que nos la pasamos en los aeropuertos, y cambiando de ciudades y de costumbres constantemente.
Me gusta saber que no soy el único que se deprime al saber que el mundo se le ha quedado pequeño.
Un saludo!
Podria empatizar con todos, pero sinceramente, despues de viajar y vivir en muchas ciudades, dentro y fuera de españa, solo quiero volver a casa, y cuando pueda hacerlo, lo hare. de hecho envidio a todos aquellos que pueden hacerlo, envidio a todos y cada uno de esos españoles que pueden permitirse estar en españa, andar por la calle y escuchar español, oler a pescaito frito, tomar el solecito en una terraza…Lo que intento explicar, es que la gente que viajamos, sea por necesidad o por ocio, tb desarrollamos un sentimiento opuesto al q stais haciendo mencion en este blog; sentirnos españoles y que no podamos imaginarnos nada mejor en el mundo que la sensacion de estar en casa y de podernos quedar ahi para siempre…
Hola
He leído tu post. Exactamente es lo que siento y de lo que va mi proyecto. Me gustaría poder contactar contigo y que me contestaras 4 pequeñas preguntas para incluirlas y hablar de ti y de tus viajes.
Un saludo cordial
Tengo este síndrome y creo que siempre lo tendré. En mi caso es casi patológico ya que cuando llevo mucho tiempo, alrededor de los 3 años, en un sitio me canso y necesito irme a otro.
Lo mejor seria encontrar a alguien que trotara los mundos contigo pero es complicado, a mi nadie me sigue el ritmo xdd
Creo que la unica ciudad «collage» del mundo, y donde aun si le has dado la vuelta al mundo puedes tener recuerdos de cada uno de los sitios donde has vivido, se llama New York
Luego de muchos viajes, he buscado en mi interior el hogar. La compañia de uno mismo debe ser fundamental, estar contento con tu templo, con tu espíritu. La grandeza de los viajes son las personas que se cruzan, la iluminación de momentos que hacen crecer este interior. Siempre habrán situaciones dificiles como la lengua, el frío o los precios. Estos minifactores deben ser controlados sin mayor esfuerzo para poder estar dispuesto a sentirse en casa y a valorar la experiencia. No soy un forastero, más un viajero que recorre la tierra, nuestra madre tierra. Saludos hermanos
estoy enfermo……………….q bueno una enfermedad bella …………por fin
me siento igual, igual… la misma familia. he estado casi un año fuera, antes 5 meses, y ahora quiero irme otra vez, siempre siento que estoy de paso, pero a la vez aqui.
Gracias por compartir. A muchos de mis amigos les pasa esto.
A mi nunca me paso. Estaba tan cansado de todo: del calor, de la vulgaridad, de la groceria, de la hipocresia, de la mentira y la doble cara, de la falta de libertad. Estaba tan cansado de un largo etc que cuando aterrice en mi nuevo hogar, todo fue perfecto. Han pasado mas de 8 annos de eso y nunca me ocurrio. De hecho a muchos les decia (medio en broma, medio en serio) que la cigueña mia era una hp. Se suponia que me hubiera soltado mucho mas al norte pero entre su borrachera y la vagancia a veces tipicas de paises tropicales, me solto por alla abajo.
Y es que prefiero el frio al calor, las montanas a la ciudad, la nieve a la arena y la libertad a la falta de la misma.
Solo guardo recuerdos de amigos y familiares. Los momentos que añoro no se los debo ni a la ciudad ni a su gobierno, se los debo a las personas que compartieron tanto conmigo.
Hey! leer el texto y los comentarios me hicieron sentir como en una reunion de amigos.
Yo he vivido en 16 ciudades y tengo 27 años. Cada una por periodos «largos». En las ultimas, al terminar 1 año y haber vivido todas sus costumbres y temporadas siento la urgencia de correr, pero no es porque quiera evitar el lugar en donde estoy, es porque me emociona la idea de probar algo nuevo. Cada vez más y cada vez con mayor intensidad. La vida la siento corta, y no corro porque tenga prisa de vivirla, corro porque vivo feliz de descubrirla.
Viajeros eternos! Un abrazo grande!
PD. Me encanta la intemporalidad de esta publicación, al parecer seguiremos leyendola durante el tiempo que nos dure el internet 🙂
::Casa no revela una almohada oliente a la saliva de los más profundos sueños…
El gusano de pertenencia se aferra mucho a lugares por miedo de descubrir otros. Y sí vamos a “sindromatizar” a ese se le llama él síndrome de carencia de experiencia!
Todos aquellos que atan su vida a un solo lugar, no solo se oxidan en recuerdos e ideales de vida libre futura. Sino que también atan su imaginación solo a la referencia que les puede arrojar una oficina con una pared roja, una bonita mac y la seguridad de tener el mismo tráfico, sorrajando solo, la misma experiencia de ayer!::
Que bien me identifico con esta excelente enfermedad de no pertenecer a ningún sitio!!!… que bien me ha hecho y que bien le hice a mis 4 hijos y esposa de mudarnos de pueblo en pueblo cada tanto tiempo. Muy pocas son aquellas personas que nos entienden que cargamos una casita en cada uno de nosotros. Vivimos en 8 pueblos distintos y fuera de nuestro país. No soy de aquí ni soy de allá, dice parte de una conocida canción. Eso soy. Llevo 7 años en el mismo lugar y ya es una eternidad, me cuesta pensar que llevo 7 años haciendo el mismo sendero…
Que distinto enfoque que tienen aquellas personas que llevan su casa acuesta. La casa de cada uno de nosotros no es nada menos que nuestra propia vida en marcha. No es otra.
Excelente nota!!!
Soy una más en el grupo de afectados. Siempre queriendo vovler, siempre con la maleta lista. Y aún es peor…ni siquiera mis padres son exactamente de dónde viven, así que tengo l sensación de ser foránea desde pequeña. Nada de amigos desde la infancia ni de pandillas eternas. Más bien una especie de pandilla dispersa por los cinco continentes.
Me siguen picando los pies cuando me paso más de un determinado tiempo en un sitio, y justo ahora, en mi momento actual, me debato entre establecerme o vovler a marchar. No sé qué decisión puede ser la mejor para mí, la de los vecinos inconstantes.
Hay mucha gente que del libro (o la peli) «Chocolat» recuerdan el chocolate…yo recuerdo más bien «el viento del norte»…
Siento que hubieras descrito exactamente lo que experimento desde hace algunos años.. no justo cuando emigré de Argentina a España sino al cabo de dos años cuando regresé… Desde ese regreso pasaron 6 años y muchos viajes… me encanta ir por el mundo y también me gusta volver a «casa» que en ocasiones es donde están mis padres, en ocasiones donde estaba mi pareja.. donde tenía estudios, trabajo, amigos… y hoy me siento perdida y no sé dónde es exactamente «casa» por eso vuelvo a emprender viaje hacia Argentina aunque no vaya a encontrar más que parte de esa ciudad inventada que existe sólo en mi cabeza 😀
¡Muy buen post! ¡Felicitaciones!
La solución es la contraría, sentirte en casa allá donde vayas.
Por más que vayas durante un año a algún lugar, haz amigos, comienza un deporte nuevo, aprende a tocar un instrumento, «viaja», aprende una lengua, etc.
Siempre tendrás tiempo de retomar ese hobby allí en tu próximo destino, o de que los amigos que has hecho te visiten allí a donde vayas.
Vive el momento y allí donde vayas será tu hogar.
Saludos
Entonces eso quiere decir que eres un viajero como Ulises, siempre pensando en volver a casa? o tal vez es solo la nostalgia y el querer algo que ya no existe, que ya no puedes tener.. creo que es normal, cuando viajas mucho!
gracias por esta entrada, una linda forma de describir lo que muchos inmigrantes sentimos
Me ha encantado el post, me siento identificadísima en muchos de los aspectos, en la sensación de estar en tierra de nadie, en la apatía de estar en casa y la nostalgia de estar «allí» sea donde sea. Felicidades, os paso es te artçiculo de El País que viene a cuento y me ha movido algo por dentro. Saludos
http://www.elpais.com/articulo/espana/coste/becas/elpepuesp/20100929elpepunac_32/Tes
Quizá si tienes que abandonar un sitio por necesidad te sientes con esta nostalgia eterna de tu origen… pero a la larga, si has vivido en varios sitios, lo que tienes es la sensación de que siempre se pueden hacer las cosas mejor, siempre hay un sitio o una situación que te gustaría encontrar….
¿Somos unos insatisfechos? pues quizás sí…. pero y todo lo que hemos ganado y madurado con este inconformismo? Yo no cambio haberme abierto y conocido todo lo que he visto por nada del mundo! Al contrario, me da pena la gente que se muestra orgullosa de no haber salido jamás!
Por cierto, ya hago planes para volver a cambiar de país en un par de meses, será el 4º hogar en mi vida 😉
Gracias!
I’ve been traveling the world and constantly moving regularly for almost 60 years and we’ve been traveling the world as a family for the last 6 years ( 43 countries on 5 continents on $23/day per person) and I must say I see it a bit differently.
Our daughter was 5 when we began our world tour ( but 2 weeks old when we began travel) and is now 11 and although we parents are monolinguals, she has been a trilingual from birth.
When I was in my twenties and lived in Italy for a year I did have some feelings of being homesick, but on our family world tour, none of us have ever been homesick.
Instead of «you don’t feel “at home” anywhere» we feel at home EVERYWHERE and most especially in the special places that we return to regularly.
Perhaps that is the difference, we never really move away. We are not expats, we are not tourists, but something different and new. The world is truly our home and we feel we have many homes and love that. http://www.soultravelers3.com/2011/02/kids-friends-travel-on-the-ultimate-family-adventure.html
«Traveling in the company of those we love is home in motion» Hunt
So perhaps we agree and disagree. 😉
La sensación de no pertenecer a ningún sitio.
Una especie de ansiedad, de no estar a gusto, de que falta algo…
Para siempre en una dinámica en la que nada es casa.
El deseo de vivir en una ciudad collage de recuerdos, experiencias y personas.
VIVIR FRAGMENTADO/A
La experiencia de lo episódico, del fragmento.
Pienso en Macedonio y sabría explicar porqué
soluciones NO hay
es un estado: lo tienes o no
eres melacólico/a o no
eres nostálgico/a o no
no tiene nada de malo ni de bueno: ES
hace a la variedad de personas que habitamos el mundo
las del blues (del tango), las del rock, las del rap, las del country, etc etc
Hola!! Tengo 32 años y estoy en mi 9 ciudad de mi tercer pais ( y algunos viajes de varios meses de duracion).
Para mi funciona de la siguiente manera: Llego a un sitio en el cual no tengo nada y empieza la conquista… el piso, el trabajo, un deporte apropiado para el lugar, amistades, mi bar favorito, mi restaurante favorito, mi supermercado… durante ese proceso estoy tranquilo, apasionado descubriendo mi nuevo hogar pero eventualmente dejas de descubrir porque ya conoces todo (o mucho) y es entonces, cuando empieza esa vida normal para muchos y se acaba la vida normal para mi, aparece el sindrome de abstinencia con sus efectos; comparar con todo lo que tenias en tu hogar anterior, el malestar, la insatisfaccion y la eterna pregunta de si existe un sitio mejor. Entonces es el momento para un nuevo chute de emociones, experiencias y enriquecimiento cultural, para que todo vuelva a coger velocidad, para continuar aprendiendo y descubriendo este mundo tan diverso en el que vivimos y caminar de nuevo con los ojos abiertos y una gran sonrisa por una calle que nunca antes habia caminado. Atras dejas una red de amigos por el mundo y memorias que te acompañaran para el resto de tu vida y que te haran sonreir en muchas ocasiones.
El precio a pagar: estar siempre echando algo de menos, en mi opinion un precio justo por haber conocido «demasiado».
Despues de viajar en modo turista a muchos países, el proximo martes tengo un billete solo de ida a Londres. Nose hasta cuando estaré allí, solo el tiempo lo dirá.
Justamente en poco más de un mes me vuelvo a marchar de España para irme a vivir a Shanghai. Ya estuve viviendo en Pekin 2 años, estuve en Shanghai por trabajo y me enamoré, aún y a pesar de ser China.
Tanto el post, como los comentarios son un claro ejemplo de los sentimientos que todos tenemos.
El que prueba, repite.
Saludos y mucha suerte.
Pura vida
Yo tengo 30 años, empecé cambiando de ciudad hace 7 años. Desde entonces he cambiado de ciudad 3 veces, siempre dentro de España. Y he vivido en unos 13 o 14 pisos distintos, con sus respectivas mudanzas. Siempre por iniciativa propia, jamás me han echado de ningún sitio. He vivido en Ibiza, Barcelona y Madrid. Además de mi pueblo de origen.
Dentro de 2 semanas me voy a Berlín (voy a dar el paso definitivo e irme al extranjero). Sé que lo más probable es que dentro de 2, 3 ó 4 años me canse de Berlín y esté buscando otro destino. Es así como he ido funcionando desde que me fui hace 7 años a Ibiza. Estoy un mínimo de 2 años en un sitio y, como decían por algún otro comentario, después de ese tiempo empieza la rutina y la vida normal. Mi cabeza empieza a pensar en otros sitios y me entran ganas de conocer nuevos paisajes.
A mí pueblo ya no puedo volver, mis amigos de toda la vida ya tienen unas vidas y una rutina en las que me veo incapaz de entrar y, sobretodo, incapaz de soportar ese ritmo de vida durante demasiado tiempo. En el tiempo que he estado dando vueltas por ahí he estudiado y quiero conseguir un trabajo relacionado a esos estudios. Algo que no podré conseguir en la zona de la que soy. Lo único que me hace volver periódicamente al pueblo, son mis padres y mi familia. Con ellos las cosas nunca cambian. Y espero que así siga durante mucho tiempo.
Aún con todo esto, si me preguntan de donde soy, siempre digo que soy de mi pueblo. O en su defecto, que no soy de ningún sitio. Hace ya un tiempo que acepté que muy probablemente nunca me sentiré tan a gusto en un sitio como para no moverme nunca más y la expresión «para toda la vida» me aterroriza.
Me alegra saber que no soy el único que se siente así.
Solo hay una cosa que me da mucha rabia. Es el típico comentario que te hace la gente; «Que envidia. Yo, si pudiera, también lo haría». Me crispa ese comentario.
Me gusta tu texto. Lo resumiría en una frase que he adoptado: «Soy de aquí y también de allá»
Estoy de acuerdo con tu opinión. Ese síndrome de expatriado existe. No lo tiene todo el mundo que ha vivido fuera de su pueblo, pero si muchos de los que hemos estado mucho tiempo fuera de él. El problema es que por mucho que te guste el país en el que vives, nunca es el tuyo, y menos aun cuando las diferencias culturales son muy grandes ( en mi caso Turquía, India y Marruecos ahora). Pero como bien comentas tampoco eres del lugar dónde naciste porque la evolución que tu has sufrido es divergente a la sufrida por ese lugar. como dice Fran, ese es el precio por pagar. Para algunos puede ser elevado. Para mi es el justo porque no puedo entender otra vida. Aunque ya me mate la ansiedad de cambiar de aires y empezar de nuevo para hacer un nuevo ejercicio de regeneración. Cosas del síndrome…
En mi experiencia, despues de muchos años de vivir en distintos lugares es que empieze a tener la «casa» conmigo. Mi casa se transformo en cada habitacion alquilada, hostel pasajero, sillon del living de algun amigo, etc…
Yo llevo haciéndolo los últimos 7 años, cada año un país diferente, ahora es la primera vez que llevo más de un año en un mismo sitio, y en contra de todo he de decir que me encanta! Y ya no se vivir de otra manera…
Lo único que me pesa es que no tendré vida suficiente para poder hacerlo con muchos más sitios, porque algún dia tendré que echar raíces…
Lo mejor de volver a casa, es que vuelves para 1 o 2 semanas y es sólo de vacaciones, a pasartelo bien!
muy buen articulo me siento bastante identificado…
aqui una cancion de facundo cabral relacionada con el tema:
http://www.youtube.com/watch?v=5Hq7CkVL4jo
Ahora, que ya llevo en total cinco meses viviendo en NY, te entiendo PERFECTO.
31 años moviendome de 33 de vida…
Aplicará esto en mi vida….
Pensé que era un soberbio cuando me preguntan de donde soy y respondo «No lo sé..»
🙂
Hola, me encanta tu articulo, no me canso de leerlo y es que mejor no se hubiera podido explicar lo que siento. he vivido en 3 paises diferentes y cuando por fin siento que este lugar esta mi casa nos toca mudarnos de nuevo y no hacia mas que estar añorando regresar a donde pensaba que era mi casa, pero despues de leer tu articulo comprendi que no importa donde este, siempre que este con mi esposo y mi niño, ese sera mi casa.
Absolutamente de acuerdo. Los neuropsicólogos hablan de que tendemos a trivializar los sucesos del pasado, haciendo que hasta los malos sean buenos recuerdos, hecho que facilita la idealización de un lugar, aunque no haya sido tan bueno.
Un saludo!
Hola de nuevo.
He escrito un manual del expatriado que toca este y otros temas relacionados con la expatriación o emigración:
http://www.trotaviajes.com/index.php?option=com_content&view=article&id=169:manual-del-expatriado–emigrante&catid=49:datos-de-interes&Itemid=55
Espero que os guste
el problema no es el «sindrome» sino lo importante es saber «quién soy y cual es mi misión en la vida» …con esa respuesta la CASA está dentro de uno en cualquier cultura o país que te encuentres; «ser uno mismo es tu forma de aceptar tu ser » y no se sufre por el tiempo que despermanezca en su lugar de orígen. Uno es como vive no importa el lugar de pernoctar…
Hola,
Creo que has explicado a la perfección como nos sentimos muchos que llevamos años viviendo fuera. Algo que hasta que no vives no puedes entender, y que por un lado te deja una sensación de vacío y por otra te llena enormemente. Gracias por compartir tus sensaciones con el resto!
Solamente tres meses en un año fuera de mi país, de mi cultura, de la que creía ‘mi casa’ … pero sólo pienso en volver, volver, volver….
qué bonito ver que hay más personas que se sienten como yo.
Me ha encantado leerte.
Pffffff, cuanta razón tiene lo que has escrito!!! pero desgraciadamente tengo que decir que me ha dejado tocado este artículo.
Español, 2 años en Inglaterra desde la cual estoy respondiendo a este artículo, en 15 días vuelvo a España por una oferta de trabajo insuperable que me ha salido (si, soy bastante afortunado) y no paro de darle vueltas a la cabeza sabiendo que tengo que dejar este lugar y todo lo que conlleva.
Como persona que creció en el sur, rodeado de sol y playitas, añoro mucho todas las sensaciones que ello implica, pero como bien se dice aquí, una vez picas no puedes parar. No puedo evitar la sensación de ver como tengo que volver a la tierra que tanto añoro pero a la que desgraciadamente no me siento vinculado actualmente (exceptuando mi familia).
Es raro decir esto, pero iría a cualquier sitio exceptuando a aquel donde creci.
Gracias por tu artículo.