Por fin hemos visto el Pacífico. Después de muchos días de andar por las calles de San Francisco, por la zona de la bahía, el sábado nos acercamos hasta la playa y vimos el «mar tranquilo».
Es tan grande como dicen, y no, no se ve Japón al otro lado (jeje).
Me sentí un poco extraño, porque era como si no hubieramos dado la vuelta completa hasta que no vimos el mar y al llegar a él y darme cuenta de que al otro lado había aún más mundo, el viaje cobraba sentido de repente.
Otra sensación extraña que tengo aveces es la de no estar en otro país, porque quieras que no, todas las ciudades occidentales tienen más cosas en común que diferencias. Hay momentos en los que me parece que podría estar en Madrid o en Londres y que me sentiría exactamente igual.
Y pensar en todo lo que me falta por ver…
Bonita foto… pero
entonces… Spain is not different!!!!!!!
qué decepción!!!!!! 🙁 🙁 Esto me lleva a pensar que:
¡¡Seguro que tampoco es donde mejor se vive entonces… toda la vida engañados!! Pero a mi que me den Panem et circenses!!
me alegro que todo os vaya bien y que os sintais como en casa
Y los olores? A qué huele por donde andás?
Venusina, te contesto en otro post…