Ya sé que siempre me quejo de que la gente no está al tanto de lo que ocurre en el mundo mientras haya fútbol en la tele. Esta estrategia ya la practicaban los romanos (los antiguos, no los de ahora), que preferían tener a los ciudadanos a los que representaban «felices» (es decir, idiotizados).
Sin embargo, nada es malo en sí mismo; lo peligroso son los excesos. Un poco de circo de vez en cuando no viene mal.
El sábado hubo circo para aburrir. Hacía años que no veía tanto circo y tan bueno. Podrían haber asesinado al César el sábado, que yo no me hubiera enterado. Si fuese Zapatero, el sábado hubiese subido los impuestos.
La carita de Beckham al sacar del medio campo después del 2-0… Eso anima a cualquiera (!). Si sólo tuviesemos pan…